Durante mucho tiempo los políticos y los economistas de los grandes Bancos Centrales han estado mintiendo. Los políticos hablaban de que no iban a subir los precios de los productos y los economistas de que sería transitoria esta subida en productos
Muchos y buenos economistas afirmaban que no sería así, y si me lo permite el lector, idea que fui compartiendo desde distintos medios, como redes sociales o el programa de radio que tengo el placer de dirigir.
Al final han tenido y yo con ellos, La Razón, la inflación no era transitoria sino creciente y sin saber cuándo dejará de crecer. Y es así porque los sucesivos problemas no acaban de terminar cuando empieza el siguiente.
Si hacemos una cronología se entenderá:
- crisis de 2008 y se lanzan los bancos centrales a imprimir dinero de distintas formas.
- llegamos a 2019 y se empieza a comentar de forma clara que los estímulos por parte de los Bancos Centrales se van a ir acabando, pero no se habla de subida de tipos.
- 2020 y aparece el Covid y con ello nueva impresión de moneda en diferentes formas.
- 2022 continúan los cuellos de botella y una creciente inflación que se espera que vaya remitiendo parcialmente a medida que los cuellos de botella se solucionen pero que no son la solución final.
- 2022 comienzo de la Guerra Ucrania/Rusia y todas las problemáticas que había se agravan y se ve que las inversiones en el conjunto de las materias primas han sido insuficiente en los años anteriores y ahora nos toca pagar la factura, y sobre todo en la energía.
Este factor final es el detonante que hace que unos países tengan más o menos inflación. Esta consecuencia negativa afecta a la competitividad de los países que más sufren la subida de precios y con ello también a los hogares. Nuestro país es uno de ellos.
Con un último dato de IPC del 9,8%, el más elevado desde 1985, hecho que se debe a la subida de los precios de la energía, ya que la factura de la luz está ligada a los precios mayoristas del gas. En febrero los precios de la energía en España habían aumentado un 43,7% respecto a febrero del año anterior.
Circunstancia por tanto que afecta a un componente importante de sectores que están ligados a la energía y que no podrían funcionar sin ella.
Todo está interconectado y la solución a corto plazo no es fácil, desde el Gobierno quieren limitar por un tiempo el precio del gas, pero sería un parche, que ahora no pagamos pero a la larga si, por tanto si miramos con actitud clara y justa el tema de subvencionar 20 céntimos cada vez que repostamos, hace que el ejecutivo muestre las pocas ganas e ideas por ayudar a las empresas y los ciudadanos.
Cambiar cómo se debe ligar y tarifar la luz sería el primer camino, pero con ello debe ir una reducción o eliminación de los impuestos de la cual el Gobierno lleva nutriéndose todos estos meses de subidas, y que sería y es lo importante para el futuro de nuestras empresas.
El Gobierno también nos somete a vivir peor con su ley de Sostenibilidad del Medio Ambiente, realmente nos pega un tiro en el pie a todos los ciudadanos no permitiendo el uso del Fracking en un país como el nuestro donde desde hace ya algunos años se sabe que tenemos reservas de Gas para abastecernos durante casi 70 años.
No solo esta cuestión es importante, la idea de cerrar centrales nucleares y no querer construir otras y dejarlo todo a las renovables es un disparate. La energía renovable por sí sola no llega, y de ello se están dando cuenta todos los países del mundo, principalmente Alemania que se jugó todo al gas ruso.
Debemos recordar que en España poseemos reservas de Uranio para unos cuantos años, y que podríamos abastecernos de ella y suministrar a nuestras centrales e incluso vender parte.
Por tanto, como verá el lector no es que no podamos hacer nada, tenemos muchas posibilidades si realmente se quiere mejorar el país y hacerlo más fuerte, pero no se quiere, dentro de esta situación y ahora que se acerca la hora de presentar la declaración de la Renta, el Gobierno no ha deflactado los tramos, cuestión imperante por la pérdida de poder adquisitivo de sus ciudadanos por el incremento de la inflación.
Como ciudadanos, empresarios o trabajadores, seguimos sin decir nada, callados mientras el dinero que tanto nos cuesta ganar es sacado de nuestras cuentas bancarias con impuestos cada vez más injustos y altos. Recuerda que para el Gobierno, una persona que gana 300.000 euros es rica, si rica, porque le quitan hasta un 47% de lo que gana.
Puede que tu ganes mucho menos, pero ¿has pensado realmente cual es el tramo que realmente pagas? Te invito a que lo busques y digas si te parece justo. Desde aquí, ahora que llegan los días de presentar tu declaración, te recomiendo que la mejor defensa siempre es llevar una planificación financiera para poder saber que ahorras, como lo ahorras y donde tienes que poner el foco cuando la inflación sube tanto. No solo para esto, también para que te orientes de lo que puedes tributar en renta, es decir, llevar una planificación fiscal.